Érase una vez dos niños tan guapos que todo el mundo quería verles. Tanto deseaba la gente contemplar sus caritas, que una revista pagó a los padres de estos niños 14 millones de dólares para poder fotografiarles.
Érase también otros dos niños tan feos que nadie quería verles. Eran tan feos que, aunque una vez alguien les hizo una fotografía, nadie pagó nada por ella: nadie quería ver a estos niños.
Colorín, colorín, esta historia no tiene fin.
Érase también otros dos niños tan feos que nadie quería verles. Eran tan feos que, aunque una vez alguien les hizo una fotografía, nadie pagó nada por ella: nadie quería ver a estos niños.
Colorín, colorín, esta historia no tiene fin.
1 comment:
Une ptite histoire bien provocante, mais à la morale bien juste.
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